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30 de agosto de 2017

Situación laboral en Andalucía ( 2º trimestre )


La situación laboral en Andalucía sigue mejorando al igual que lo hace en el resto del territorio español, al menos en lo que respecta al volumen de empleo generado y al descenso de parados. A finales de julio se ha publicado los datos del segundo trimestre de la Encuesta de Población Activa, y lo que hacen es apuntalar la tendencia observada en los indicadores que estudia. Comenzando por la población activa, continúa el descenso tanto en el número de personas en dicha situación (-31.700 | -0,8%) como la tasa de actividad (57,42% | -0,27 pp) respecto al mismo trimestre del año pasado. La cota de 4.000.000 de personas activas en el territorio andaluz que se alcanzo en 2011 y que se perdió el año pasado mantiene su ritmo de descenso.



Cabe preguntarse por qué el volumen de población activa en la región andaluza continúa descendiendo lentamente, y por qué existe un diferencial negativo permanente respecto a la media nacional. Respecto a la primera pregunta, es posible que existan varios factores que influyen en su comportamiento, pero sin duda la coyuntura demográfica parece afectar de forma importante en ella. Como se puede observar en el gráfico 1.2. la población activa disminuyen en los tramos de edad más joven, mientras se incrementa en términos generales en los tramos de edad superiores, y es probable que el incremento en el número de estos últimos no llegue a compensar el descenso de aquellos. Pero si analizamos la población activa regional en términos relativos, se puede ver que el descenso es más acusado que en términos absolutos, perdiendo casi dos puntos porcentuales desde finales de 2014. Respecto al diferencial con la media activa española, este se redujo durante la crisis, y es a partir de finales de 2014 cuando se ha vuelto a incrementar dicha diferencia, y en concreto el último dato ha sido de -1,42 puntos porcentuales, lo que contrasta con el de otras regiones como Cataluña (+2,83 pp) o Madrid (+3,80).



Parados



Como se puede observar en el gráfico 2.1. el volumen de parados y la tasa de paro se han reducido significativamente en el último trimestre, continuando la tendencia observada en anteriores periodos. Este fuerte descenso de la tasa de paro se produce por dos razones, la primera porque se ha registrado una bajada en términos absolutos de 160.900 parados menos (-13,9%) respecto al mismo trimestre del ejercicio anterior, y de 72.200 (-6,7%) respecto al primer trimestre del año, y en segundo lugar, porque como se ha comentado al principio continua descendiendo el nivel de la población activa regional, llevando la tasa de paro hasta el 25,2%, lo que supone 3,8 puntos menos de tasa de paro respecto al año pasado.



En el gráfico 2.2. se presenta una radiografía de la población parada en la región andaluza. Por un lado se muestra el porcentaje de parados por edades respecto al volumen total de parados, y como se puede observar desciende el peso de parados comprendidos entre los 20 a 34 años, mientras que se incrementa la importancia del grupo comprendido entre los 45 y más años. Esto refleja la dificultad de salida de la situación de desempleo por parte del colectivo de mayor edad, cuyo volumen sigue creciendo al menos en el tramo de edad superior a los 55 años. Por otro lado se presenta la tasa de paro respecto a la población activa por grupos de edad, y lo más destacable es sin duda el desempleo juvenil, que aunque se reduce últimamente con fuerza, sigue presentando una tasa excesivamente elevada. También se puede observar el hecho de que la tasa de paro del tramo de más edad (55 y más) se ha estancado en el último año, después de marcar un ritmo anterior similar al del conjunto.



Ocupados



El volumen de ocupación en la comunidad andaluza ha crecido intensamente desde comienzos de la recuperación económica. En Andalucía se ha registrado 129.200 (+4,6%) ocupados más respecto al mismo periodo del año anterior, y 53.500 ocupados (+1,8%) respecto al trimestre anterior. Por tanto, el ritmo de creación de empleo sigue siendo elevado, lo que ha colocado la tasa de ocupación en el 42,2% de la población andaluza. Esto hace que volvamos a la etapa expansiva previa al inicio de la crisis, sólo que con una estructura laboral diferente. A nivel nacional el número de ocupados ha crecido en 512.300 personas (+2,8%) en el último año, mientras que en el trimestre lo ha hecho en 375.000 personas (+2,0%), dejando la tasa de actividad en el 48,7% de la población.



En el gráfico 3.2 se puede ver algunos detalles importantes sobre la dinámica laboral andaluza. Los empleadores crecen en 23.100 personas en el último año (+14,9%) lo que supone una buena noticia en cuanto a la creación de empleo que generan en la economía. Por su parte el empleo público sigue creciendo, y en el último año se han creado 15.100 empleos nuevos (+2,8%) recuperando el nivel perdido en el último trimestre de 2015. Por otro lado, el número de asalariados en el sector privado han crecido en 90.600 personas (+5,1%) en el mismo periodo, mientras que los trabajadores por cuenta propia crecen en 24.100 personas (+4,8%). Por tipo de jornada, la completa suma 107.700 personas más (+4,6%) que el año anterior, mientras que la parcial crece en 21.500 personas (+4,5%). Por otra parte, la duración indefinida se ha incrementado en 45.200 personas (+3,0%) y la temporal en 60.500 personas (+7,3%).



En el gráfico 4.1 se puede observar el flujo de población ocupada andaluza. Podemos apreciar la intensa entrada neta de personas ocupadas durante el presente ejercicio, que se traduce en un saldo neto semestral positivo de 156.800 ocupados. En comparación con el mismo semestre del año anterior (8.600 ocupados), el ritmo de creación de empleo es significativo en el presente ejercicio. Hay que destacar que el segundo trimestre del año suele presentar crecimientos netos en el número de ocupados, y en el presente ejercicio se ha producido un incremento de 85.500 personas, siendo el segundo mejor registro después del anotado en 2015 (106.900 personas). La idea que subyace en el gráfico anterior es que se reduce el ritmo de salida de ocupados, mientras se incrementa la velocidad de entrada, y por tanto se genera más empleo del que se destruye. 



Contratación



La contratación sigue creciendo a buen ritmo, registrando un crecimiento del número de contratos iniciales acumulados durante el ejercicio del +11,6% respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 2,85 millones de contratos. En julio el número ha sido de 368.826, creciendo un +3,2% respecto al mismo mes del año pasado. El peso del volumen de contratos regionales respecto al nacional ha sido en julio del 23,6% del total de contratos contabilizados, algo que contrasta con el hecho de que sólo el 8,3% de los contratos indefinidos se hayan realizado en Andalucía. Esta dinámica explica bien la situación laboral en la que se encuentra la región, y es que al igual que en gran parte del país, existe un incremento importante y continuado de la contratación pero con poco peso de la indefinida. Por tanto existe una gran rotación de empleo a lo que hay que añadir la cuestión de los salarios, que tampoco están creciendo como veremos más adelante.



Afiliación



Al igual que el resto de indicadores laborales, la afiliación también crece de forma importante desde 2014. El número de afiliados creció en junio en 117.783 personas (+4,2%), creciendo el régimen general en 111.198 (+6,2%), mientras el agrario se redujo en 1.874 (-0,4%) y el de autónomos sumó 9.174 (+1,8). La afiliación andaluza representó en junio el 16,0% del total nacional, creciendo la española en 627.773 personas (+3,6%) respecto al mismo periodo del año anterior. Por otro lado, en Andalucía se ha registrado incrementos en todos los tramos de edad: 16-19 (+28.393 | +22,9%), 20-24 (+63.320 | +7,6%), 25-54 (+350.785 | +2,5%) y 55 y más años (+185.256 | +6,6%). En cuanto a los grupos de cotización, el de ingenieros y licenciados ha crecido en 72.318 personas (+5,5%), mientras que los ingenieros técnicos y peritos en 45.341 (+4,5%), pasando a representar el 17,8% del volumen total de afiliación nacional.


Paro registrado



Como era de esperar el incremento del empleo ha tenido como consecuencia una reducción importante del volumen de paro registrado. En concreto dicho indicador se ha reducido en 404.243 personas a nivel nacional (-10,7%) y en 107.026 (-11,6%) a nivel regional, representando el 24,3% del conjunto de parados registrados en todo el territorio. Si tomamos como referencia el paro registrado en 2008, actualmente es todavía un 48,7% superior al existente en aquel año a nivel nacional, mientras que en el caso andaluz el nivel es un 53,5% superior, lo que significa que ha disminuido con mayor intensidad en el conjunto del estado que en la comunidad andaluza.



Coste laboral



Como ya hemos comentado anteriormente, la actual fase de crecimiento económico se sustenta a nivel laboral en el crecimiento de la contratación y el empleo, con baja calidad en cuanto a su duración y jornada, y con un reducción/estancamiento salarial que imposibilita que se genere un equilibrio socio-económico en la actualidad. Si tomamos el coste laboral por trabajador y mes en Andalucía se puede ver que sigue descendiendo, y como ya sabemos el coste salarial es el que mayor peso tiene en el conjunto de dichos costes laborales, por lo que se confirma que los salarios siguen reduciéndose, al menos en la parte de nueva contratación, que son los trabajadores que están sufriendo con mayor intensidad el desigual crecimiento económico. Como se puede ver en el cuadro anterior, Andalucía sigue reduciendo su nivel salarial respecto al conjunto de España, quedando actualmente en el 90,1% de la media de sus costes laborales mensuales por trabajador. Dicho dato es el mismo que en 2013, poco antes del comienzo de la recuperación económica, por lo que al efecto de la crisis en el nivel salarial general, hay que añadir el diferencial crónico regional que se intensifica conforme el crecimiento se hace más potente.



Conclusión


En conclusión, la recuperación económica que se ha consolidado también durante el presente ejercicio ha supuesto una mejora importante en el volumen de empleo, aunque no así de su calidad y remuneración. La población activa se reduce moderadamente en gran medida por el componente demográfico. Por su parte, la tasa de paro juvenil continúa reduciéndose mientras se incrementa el porcentaje de parados con más de 45 años. El número de emprendedores regionales crece con fuerza, y el de asalariados públicos lleva creciendo tres trimestre consecutivos, a lo que hay que añadir el aumento del empleo con jornada completa y la mayor intensidad en el crecimiento de la contratación temporal respecto a la indefinida. Por el lado del flujo de ocupados, continúa la tendencia de reducción de la salida y el incremento del número de personas ocupadas. Por otro lado, la contratación sigue mejorando considerablemente, aunque lo hacen en detrimento de la calidad del empleo generado y el aumento de la rotación laboral. La afiliación por su parte mejora y el nivel de paro registrado también se reduce considerablemente. Todo esto confirma el buen tono laboral en cuanto a que se está creando bastante empleo, pero no se está viendo reflejado en sus condiciones económicas, que siguen empeorando debido principalmente a las inferiores condiciones laborales de la nueva contratación. Aunque la recuperación económica está siendo cimentado en una estructura productiva diferente a la de la década pasada, se comienza a cuestionar que el actual modelo de crecimiento está soportado por sectores intensivos en mano de obra y por tanto en actividades de poco valor añadido que dificulta la mejora económica de los nuevos asalariados. De ahí que al actual boom turístico que se está registrando en los dos últimos ejercicios se le comience a señalar como la próxima burbuja económica, en la medida en que está basado en un turismo de bajo coste, que redunda en salarios ajustados para los trabajadores del sector. En definitiva, lo contrario de lo que hay que perseguir, aunque la realidad impone la prioridad en la reducción del nivel de desempleo regional en detrimento de la mejora salarial y la calidad del empleo.