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23 de febrero de 2015

Situación económica y previsiones del FMI para Portugal.


La actualidad griega centra la atención del mundo económico ante el cambio político que se ha producido en dicho país. Al margen de las implicaciones que puedan tener las actuales negociaciones sobre el programa de ayuda financiera y del nuevo marco político de acuerdos que el país heleno intenta imponer, otros países como Portugal han realizado los esfuerzos necesarios para alejarse del precipicio financiero al que estaban asomados, y presentan datos relativamente optimistas para los próximos ejercicios, dejando atrás la recesión. El programa de respaldo financiero del FMI que concluyó a finales de junio del año pasado ayudó a estabilizar la economía portuguesa y a reestablecer el acceso a los mercados del tesoro portugués. 


En el último informe del Fondo Monetario Internacional¹ se presenta las principales conclusiones sobre la economía portuguesa y las proyecciones para los próximos años. En general, las previsiones son positivas en cuanto suponen una mejora en el cuadro macroeconómico esperado para los próximos ejercicios. En materia fiscal -que está imponiendo la actualidad europea- también se espera una trayectoria positiva debido a la eficacia en la lucha contra el importante deterioro de sus cuentas públicas registrado en los últimos años. Se espera un déficit por debajo del 3% a partir del 2017, mientras que el superhávit primario está en positivo desde 2014. Aunque los desequilibrios continúan, al menos queda patente que se ha logrado revertir la intensidad y profundidad de la crisis financiera que ha estado en el origen de la recesión.




Para España y Andalucía, nuestro vecino es un socio comercial importante, y por tanto es un buen ejercicio ver como se está comportando su economía, además de las perspectivas que presenta. En principio se puede afirmar que los problemas financieros han cedido, lo que supone un escenario distinto al que nos encontrábamos hace tres años. En el gráfico anterior podemos ver como ha evolucionado el comercio exterior entre ambos países, y como es claramente positivo para España. En 2012 el saldo positivo acumulado anual descendió un -5,0%, mientras que en el ejercicio 2013 se incrementó un 16,9%, y según los últimos datos disponibles de noviembre del año pasado el saldo ha crecido un 12,2%. 


Como ya hemos comentado la salud económica de Portugal es importante para ambos países, y en el caso de nuestra comunidad también lo es. En el gráfico anterior podemos ver la importancia que nuestro país vecino tiene para nuestra comunidad, siendo el cuarto territorio al que exportamos más, y una mejora de su crecimiento, aunque escaso, es de importancia para el dinamismo de las comarcas limítrofes. 


Como se puede ver en el cuadro, las exportaciones acumuladas a Portugal han sido de casi 2.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,2% respecto al ejercicio 2013. En concreto representan casi el 8% de las exportaciones regionales. Por el lado de las importaciones, el puesto que ocupa es el séptimo con un volumen de operaciones de 837 millones de euros acumulados hasta noviembre de 2014, lo que ha supuesto un incremento del 1,4% interanual. Hay que tener en cuenta que las importaciones energéticas representan la principal adquisición exterior de la economía española, y por tanto el ranking de importaciones está claramente influenciado por esta cuestión.