La Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía ha publicado los datos del PIB del segundo trimestre, y este ha crecido un 1,1% en tasa interanual, mientras que en la trimestral lo ha hecho un 0,3%. El consumo de hogares se ha mantenido en el 1,3%, similar al del trimestre pasado, mientras que el gasto de las AAPP ha registrado un leve incremento del 0,3%. La Formación Bruta de Capital desciende un -0,2% lo que viene a significar un más que probable cambio de tendencia en los próximos trimestre, algo que es positivo aunque la construcción siga con su particular coyuntura bajista. Las exportaciones han marcado un +2,0% y las importaciones un 1,7% respecto al mismo trimestre del año pasado.
En términos trimestrales el crecimiento ha sido del 0,3% (+0,7% 1T2014), destacando el +2,5% de las exportaciones y el +1,5% de las importaciones en el terreno exterior. En clave interna el consumo de los hogares ha marcado un 0,4% mientras de el gasto público ha caído un -0,7% y la Formación Bruta de Capital un -0,6% respecto al primer trimestre del ejercicio.
Últimamente existe cierta inquietud respecto al posible comportamiento futuro de las exportaciones, que están siendo un gran soporte de la actividad económica de la región. La incertidumbre respecto a la situación de las economías europeas, principales socios comerciales de nuestro país, y el bache en el crecimiento de los emergentes estaban creando preocupación sobre la capacidad de crecimiento de nuestras exportaciones en dicho contexto económico mundial. Sin embargo, los datos de la actividad exterior del trimestre han sido positivos en términos generales, aunque existen riesgos de que las importaciones terminen creciendo de manera que volvamos a un esquema parecido al que existía antes de la crisis, en el que el déficit comercial era una fuente de desequilibrio crónico. En el gráfico anterior podemos ver el comportamiento de las exportaciones e importaciones en términos de volumen y tomando como referencia 2008. Se puede comprobar como la crisis ha supuesto un cambio importante del modelo exportador andaluz.
Continuando con el sector exterior, en el gráfico de arriba podemos ver como se han comportado las exportaciones y las importaciones, y como el déficit exterior regional es algo crónico al menos desde 1995. La franja verde representa la media de déficit existente en el período 1995-1999 previo a la introducción del euro en la economía española, mientras que la línea negra registra el déficit en cada uno de los trimestres. Adoptar la moneda europea ha tenido un claro impacto en el comercio exterior, sobre todo por el despegue de las importaciones. Al margen de otros elementos de interés en la balanza de pagos de un territorio, la exportaciones de bienes y servicios es la principal generadora de déficit o superhávit comercial con el exterior, y por tanto desde el punto de vista financiero supone mayor endeudamiento o ahorro, y según el tamaño de estos un desequilibrio más o menos intenso. El área gris de la gráfica muestra el porcentaje que el déficit comercial andaluz ha registrado sobre el PIB regional, y como en determinados momentos en la punta del ciclo se situó por encima del 18%.
Últimamente existe cierta inquietud respecto al posible comportamiento futuro de las exportaciones, que están siendo un gran soporte de la actividad económica de la región. La incertidumbre respecto a la situación de las economías europeas, principales socios comerciales de nuestro país, y el bache en el crecimiento de los emergentes estaban creando preocupación sobre la capacidad de crecimiento de nuestras exportaciones en dicho contexto económico mundial. Sin embargo, los datos de la actividad exterior del trimestre han sido positivos en términos generales, aunque existen riesgos de que las importaciones terminen creciendo de manera que volvamos a un esquema parecido al que existía antes de la crisis, en el que el déficit comercial era una fuente de desequilibrio crónico. En el gráfico anterior podemos ver el comportamiento de las exportaciones e importaciones en términos de volumen y tomando como referencia 2008. Se puede comprobar como la crisis ha supuesto un cambio importante del modelo exportador andaluz.
Continuando con el sector exterior, en el gráfico de arriba podemos ver como se han comportado las exportaciones y las importaciones, y como el déficit exterior regional es algo crónico al menos desde 1995. La franja verde representa la media de déficit existente en el período 1995-1999 previo a la introducción del euro en la economía española, mientras que la línea negra registra el déficit en cada uno de los trimestres. Adoptar la moneda europea ha tenido un claro impacto en el comercio exterior, sobre todo por el despegue de las importaciones. Al margen de otros elementos de interés en la balanza de pagos de un territorio, la exportaciones de bienes y servicios es la principal generadora de déficit o superhávit comercial con el exterior, y por tanto desde el punto de vista financiero supone mayor endeudamiento o ahorro, y según el tamaño de estos un desequilibrio más o menos intenso. El área gris de la gráfica muestra el porcentaje que el déficit comercial andaluz ha registrado sobre el PIB regional, y como en determinados momentos en la punta del ciclo se situó por encima del 18%.
Por el lado de la oferta, el sector primario ha registrado un descenso del -2,7% y la construcción un -1,6% en tasa interanual. En terreno positivo se encuentra el sector industrial (+2,2%) y los servicios (+1,2%), al igual que los impuestos netos sobre la producción que suben un +2,5%.
En cuanto al reparto de la renta regional, destacar que la remuneración total de asalariados ha vuelto a crecer levemente un 0,6% en tasa interanual, lo que indica que se ha dejado de destruir masa salarial. Los datos de empleo positivos durante lo que llevamos de ejercicio están en el origen de dicho comportamiento. Por su parte, los excedentes brutos de explotación han marcado un crecimiento del 0,3%, mientras que los impuestos netos han aumentado un 0,9% en el período.
En conclusión, los datos aportados por la CRTA vienen a consolidar el cambio de tendencia en la destrucción de actividad económica, y aunque el segundo trimestre haya marcado un ritmo menor que el anterior (+1,2% anualizado), nos sitúa en línea con las proyecciones de los analistas para el presente ejercicio. Las exportaciones siguen tirando y el consumo privado se recupera, aunque existan sombras sobre algunos aspectos, y esto es algo positivo si lo comparamos con las expectativas que había solo dos años atrás. Estamos pues en una fase de recuperación y tanto los riesgos como la confianza en el adecuado comportamiento futuro de la economía regional siguen siendo los mismos que en el anterior trimestre.
En conclusión, los datos aportados por la CRTA vienen a consolidar el cambio de tendencia en la destrucción de actividad económica, y aunque el segundo trimestre haya marcado un ritmo menor que el anterior (+1,2% anualizado), nos sitúa en línea con las proyecciones de los analistas para el presente ejercicio. Las exportaciones siguen tirando y el consumo privado se recupera, aunque existan sombras sobre algunos aspectos, y esto es algo positivo si lo comparamos con las expectativas que había solo dos años atrás. Estamos pues en una fase de recuperación y tanto los riesgos como la confianza en el adecuado comportamiento futuro de la economía regional siguen siendo los mismos que en el anterior trimestre.