Páginas

9 de julio de 2013

Índice de comercio al por menor de Andalucía. Mayo 2013

El índice de comercio al por menor de Andalucía correspondiente al mes de mayo ha descendido un -2,14%, en línea con el deterioro de la actividad económica general. Hay que señalar la mejora respeto al cierre del año pasado (-6,58%) y del primer trimestre de este ejercicio (-8,26% en marzo). Seguimos en una fase de descenso de la actividad comercial, más intenso en el grupo de ventas de no alimentación, donde se encuentran los bienes duraderos, que han sido los que han soportado en mayor medida la corrección de gasto de los hogares y empresas. En concreto, en el mes de mayo han descendido un -2,58%, después de hacerlo un -11,94% en marzo. Por su parte, el dato de ventas de alimentación ha sido positivo, incrementándose un 0,75% en tasa interanual. En términos generales, el mes de mayo ha registrado un nivel de actividad comercial peor que el mes precedente, pero hay que destacar el mejor comportamiento respecto al primer trimestre del año. Probablemente a partir del cuarto trimestre, los registros empiecen a marcar una estabilización de los principales indicadores macroeconómicos que tendrán su impacto también en la actividad comercial.

Por su parte, el índice de ocupación del sector comercial en Andalucía también ha tenido un registro negativo, marcando un -2,63% en tasa interanual. Destacar que es el mejor dato apuntado durante el último año, algo que se puede ver en el incremento del 0,59% mensual en el empleo del sector. Al igual que lo comentado anteriormente, es de esperar que durante el cierre del año en curso se empiece a obtener cifras nulas en cuanto a ocupación en el sector del comercio se refiere. El segundo semestre del 2012 y lo que llevamos del presente año ha sido muy duro para el comercio minorista. El alto desempleo de la región, la reducción del consumo de los hogares, la falta de financiación a  la actividad empresarial y del consumo, y por tanto la incertidumbre económica que mina el consumo final ha tenido un impacto significativo en el empleo del sector, no solo por la cantidad de asalaridados que han perdido su trabajo, sino por el importante número de establecimiento que han tenido que cerrar por falta de capacidad financiera para superar la crisis.