El presupuesto de una comunidad autónoma es la principal herramienta de política económica con la que cuenta una región. En el caso andaluz, el importe total a distribuir entre las distintas políticas suman casi treinta mil millones de euros para el año próximo. El presupuesto de gastos se puede presentar de distintas formas: según un criterio económico, un criterio orgánico y un criterio funcional o por programas. Este último criterio sirve para presentar las cifras dependiendo de la finalidad a la que se asignan los recursos públicos disponibles. Las partidas que componen dicha presentación se integra en nueve grandes políticas de gastos (ver final de la entrada). Si miramos el peso de cada partida a través del prisma funcional podremos ver claramente el poco margen de maniobra de la que disponen las comunidades autónomas de régimen común para realizar gastos discrecionales o que consideren estratégicos para la región. Esto es debido a que, en primer lugar, la partida de producción de bienes públicos de carácter preferente consume más del 50% del presupuesto anual, y la característica principal de este epígrafe es que al estar compuesto por Sanidad y Educación -ambos pilares básicos del estado del bienestar-, es muy difícil aprobar y explicar recortes en las prestaciones, teniendo en cuenta el impacto social y electoral que conlleva.
En segundo lugar, las partidas de transferencias a otras administraciones públicas y el servicio de la deuda pública se lleva casi otro 25% del gasto disponible de la administración andaluza, y también en ambos conceptos existen escasas posibilidades de maniobra de los gestores autonómicos. Por tanto, la financiación regional es un motivo constante de tensión con el gobierno central, ya que a la escasez de recursos que constantemente reprochan los ejecutivos regionales al central, se une el insuficiente margen de maniobra para gastar en partidas no comprometidas de antemano. La crisis económica que padecemos también ha tenido un impacto importante en la disponibilidad de fondos para los dos grandes pilares del gasto autonómico: la sanidad y la educación. En el primero, el descenso anual ha sido del -2,1%, mientras que en el segundo caso la disminución ha sido del -2,7%. En los gráficos adjuntos podemos ver el comportamiento del gasto en ambas partidas a lo largo de la crisis, y como en el último año ha descendido en 350 millones de euros el volumen de recursos disponibles para estos fines. En el caso de la partida de intereses de la deuda, hay que destacar el descenso en 376 millones de euros (-10,5%), mientras que la de transferencias a las corporaciones locales que se mantiene prácticamente en el mismo nivel que en el 2013 (-0,1%).
Fuente: Informe Económico y Financiero del Proyecto del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía para 2014 |