Gráfico 1. Índice de precios de consumo. Fuente: INE |
Los precios durante el mes de agosto han vuelto a caer un -0,8% en Andalucía. A nivel nacional la tasa anual se ha situado en el -0,5%. Si atendemos a los grupos que tienen mayor peso en la construcción del IPC de Andalucía, Alimentación y bebidas no alcohólicas desciende un -2,6%, Transporte registra un -0,7%, Hoteles, cafés y restaurantes un +0,2% y la vivienda que marca un incremento del +1,3%.
Cuando hablamos de deflación nos referimos a un proceso general y continuo de caída de precios de bienes y servicios en la economía de un territorio. Cuando decimos "general", estamos hablando del conjunto total de bienes ya sean de consumo o de inversión, pero también de activos financieros o reales, destinados a la adquisición de activos inmobiliarios o de cualquier otro tipo. La preocupación por este fenómeno ha sido más intenso conforme se extendía por el conjunto de la economía europea, ya que nuestro país viene sufriendo un intenso proceso deflacionario desde que estalló la burbuja inmobiliaria y financiera, concentrado básicamente en los precios de los inmuebles. Después el fenómeno se ha contagiado a los salarios y a parta de la cesta de compra habitual. La deflación no es sólo endógena, también se puede importar a través de las compras al exterior, y en concreto los bienes energéticos.
Como se ha comentado, el principal fenómeno de deflación en la economía española se ha debido al desplome de los precios de los activos inmobiliarios. La recuperación de los precios en el sector presenta una dualidad geográfica y por tipos de inmuebles, pero si hacemos caso a los datos aportados por el INE, en el segundo trimestre los precios de la vivienda han crecido un +1,8% en Andalucía y un +1,7% a nivel nacional en tasa interanual. Eso alivia la presiones deflacionista sobre el conjunto de la economía, a la vez que da un respiro a los propietarios, en tanto que dejan de percibir una pérdida de riqueza real. De todas formas es pronto para que este cambio de tendencia se intensifique, o incluso que continúe en los próximos trimestres.
Como ya hemos comentado, los riesgos de un descenso general y continuo de precios dentro de la economía europea es real, y de ahí que el BCE haya optado por tomar medidas que van en la línea de evitar en la medida de sus posibilidades dicho proceso. En vista que la inflación es un fenómeno monetario, el más capacitado para combatirla es un banco central, aunque en el caso de Europa el desfase de crecimiento entre el sur y el norte ha provocado que la toma de decisiones sobre las medidas monetarias a implantar muestren cierta rigidez y lentitud, debido a la preocupación que supondría estropear la situación de todo el conjunto para solucionar el problema de una parte de la Unión.
Al contrario que en el caso de los precios de la vivienda, los precios industriales están en terreno negativo, aunque repuntando como se muestra en el gráfico 3. En él se puede ver la evolución de los precios industriales en general y de los bienes de consumo. Los datos disponibles de julio marcan un descenso del -2,5% y -5,2% respectivamente, lo que presentan un escenario deflacionario preocupante, ya que las empresas están reduciendo sus precios y eso no ayuda a la inversión en nuevos proyectos ni activos productivos, y tampoco en la creación de empleo, lo que nos sumerge en un terreno peligroso.
Como se ha comentado, el principal fenómeno de deflación en la economía española se ha debido al desplome de los precios de los activos inmobiliarios. La recuperación de los precios en el sector presenta una dualidad geográfica y por tipos de inmuebles, pero si hacemos caso a los datos aportados por el INE, en el segundo trimestre los precios de la vivienda han crecido un +1,8% en Andalucía y un +1,7% a nivel nacional en tasa interanual. Eso alivia la presiones deflacionista sobre el conjunto de la economía, a la vez que da un respiro a los propietarios, en tanto que dejan de percibir una pérdida de riqueza real. De todas formas es pronto para que este cambio de tendencia se intensifique, o incluso que continúe en los próximos trimestres.
Gráfico 3. Índice de Precios Industriales de Andalucía. INE |
Como ya hemos comentado, los riesgos de un descenso general y continuo de precios dentro de la economía europea es real, y de ahí que el BCE haya optado por tomar medidas que van en la línea de evitar en la medida de sus posibilidades dicho proceso. En vista que la inflación es un fenómeno monetario, el más capacitado para combatirla es un banco central, aunque en el caso de Europa el desfase de crecimiento entre el sur y el norte ha provocado que la toma de decisiones sobre las medidas monetarias a implantar muestren cierta rigidez y lentitud, debido a la preocupación que supondría estropear la situación de todo el conjunto para solucionar el problema de una parte de la Unión.
Al contrario que en el caso de los precios de la vivienda, los precios industriales están en terreno negativo, aunque repuntando como se muestra en el gráfico 3. En él se puede ver la evolución de los precios industriales en general y de los bienes de consumo. Los datos disponibles de julio marcan un descenso del -2,5% y -5,2% respectivamente, lo que presentan un escenario deflacionario preocupante, ya que las empresas están reduciendo sus precios y eso no ayuda a la inversión en nuevos proyectos ni activos productivos, y tampoco en la creación de empleo, lo que nos sumerge en un terreno peligroso.
Gráfico 4. Previsiones para el IPC nacional de FUNCAS. Septiembre 214 |
Aunque los riesgos de entrar en una fase de deflación son más un peligro real que potencial, en el caso español los servicios de análisis apuestan por una fase larga de bajo crecimiento en los precios de bienes y servicios de la economía española. Esto tampoco es bueno en tanto que no se consigue recuperar capacidad financiera por parte de los agentes endeudados, ni tampoco se consigue equilibrar salarios nominales y reales. De todas formas siempre es mejor esto que la deflación. Y es que a falta de un impulso keynesiano que necesita de un mayor consenso europeo en el proceso de unión fiscal y mutualización de la deuda, la actuación del BCE en materia de política monetaria ortodoxa parece insuficiente. Las recientes declaraciones del presidente de la entidad monetaria ha dejado la puerta abierta a medidas no convencionales que abren un nuevo camino inexplorado al menos en Europa. EEUU y Japón ya han iniciado el camino pero aún no tenemos suficiente información como para saber realmente las consecuencias futuras de esta política monetaria ultraexpansiva.