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8 de septiembre de 2014

Economic Survey of Spain 2014. OCDE September 2014



Se acaba de presentar el Estudio Económico de España (Economic Survey of Spain 2014) en el que la OCDE analiza la situación de la economía española, y en el que además de formular recomendaciones para el futuro, expresa los principales aspectos en los que se han conseguido avances significativos. En primer lugar, destacar el 1,2% y el 1,6% que espera que crezca el PIB para el presente ejercicio y el que viene, en gran medida por el comportamiento del consumo privado que registrará crecimientos del 2,1% y 1,8% respectivamente. La Formación Bruta de Capital comenzará a despuntar en 2015 con un incremento del 2,9%.

El organismo explica que las reformas estructurales en el mercado laboral y financiero han colocado los cimientos de la recuperación económica, aunque señala elementos preocupantes en el camino. La tasa de desempleo es demasiado elevada, la innovación empresarial es escasa y los recursos humanos están infrautilizado. También señala las barreras a la actividad empresarial y los problemas para acceder al crédito bancario como aspectos que produce intranquilidad. Las recomendaciones principales que realiza van en la línea de mejorar los mecanismos para encontrar empleo y un mayor peso de la formación profesional a la hora de capacitar a los jóvenes. La reforma impositiva y el incremento de la innovación empresarial, simplificando la regulación y reduciendo barreras para la creación de empresas, son elementos que mejorarían el camino de la recuperación económica. Por último, mejorar los procedimientos de insolvencias y la diversificación de las fuentes de financiación son cuestiones también de interés.



Quizás el tema más controvertido del informe sea las sugerencias que realiza para conseguir acelerar la creación de empleo. En el tema de las políticas activas de empleo propone mejorar la eficiencia de los servicios públicos de empleo, introducir planes personalizados para cada desempleado, definir más detalladamente las obligaciones en cuanto a la búsqueda de empleo y la aceptación de ofertas laborales. La mejor coordinación entre la administración central y las comunidades autónomas, conectando la financiación con la consecución de resultados, y facilitar a los desempleado el accesos a los nuevos itinerarios de formación profesional completan las recomendaciones en este tema.

Respecto a los consejos anteriores casi nadie discutirá que son aspectos en los que queda bastante por mejorar, y la OCDE viene a insistir en la cuestión. En lo que hay mayor contestación es en el resto de medidas que propone para conseguir reducir el desempleo de forma significativa:

  • Reducción de cotizaciones sociales a trabajadores de baja cualificación.
  • Adherirse a los convenios colectivos en vez de descolgarse.
  • Hacer coincidir los costes de finalización de contratos temporales e indefinidos.
  • Definir con precisión las causas objetivas para el despido procedente.
  • Y promover medidas que ayuden a estimular el mercado de la vivienda en alquiler para conseguir aumentar la movilidad laboral.

Estos temas son más espinosos de tratar en la coyuntura en la que nos encontramos. Quizás se han perdido demasiado tiempo y derechos sociales durante estos últimos años, y la sociedad no está dispuesta a seguir cediendo más en esta materia. En conclusión, el principal aspecto negativo destacable de nuestro país es el elevado desempleo, y en eso están de acuerdo casi todo el mundo. En lo que no hay tanto es en el diagnóstico del problema y las soluciones. La OCDE mantiene que hay que continuar con las reformas estructurales que implican un menor gasto público para mejorar las finanzas del país y una mayor flexibilidad laboral que consiga aumentar la productividad. Por otro lado están los que más critican las medidas propuestas por dicho organismo y que no exponen ninguna alternativa, o lo más que proponen es seguir aumentando el gasto público e incrementando el blindaje de los contratos indefinidos, lo que implica seguir igual que estábamos y mandar el problema al futuro para que lo arreglen los que vengan. La virtud pues no está en los extremos sino en un equilibrio intermedio, y ahí está la clave.