Páginas

25 de febrero de 2019

Situación empresarial de Andalucía (III)



En anteriores entradas hemos revisado la actividad empresarial andaluza analizando la creación de sociedades mercantiles por un lado -aquí-, y  las empresas inscritas en la Seguridad Social por otro -aquí-. En la presente entrada veremos el comportamiento de la recaudación de impuestos relacionados directamente con la actividad empresarial, en concreto el Impuesto de Sociedades que grava los beneficios de las empresas, y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que recauda por los servicios o bienes que vende. Estas partidas tributarias se han situado hasta noviembre de 2018 en 1.579 millones de euros (+9,9% a/a) y 3.908 millones de euros (+10,2%) respectivamente. Se comprueba la buena coyuntura general de los impuestos generados y recaudados por la empresas andaluzas.


Si analizamos la recaudación tributaria acumulada en Andalucía hasta el mes de noviembre del ejercicio pasado, vemos que la partida societaria ha crecido el +9,9% en Andalucía, mientras que el conjunto nacional lo ha hecho un +12,4%. Por otro lado la recaudación por consumo ha aumentado un 10,2% mientras que el conjunto de España lo ha hecho un +9,3%. Quizás el aspecto más atípico del cuadro anterior -cuadro 50.2- es el peso que la región tiene en la recaudación de dichos impuestos en el conjunto nacional. En concreto en el caso del Impuesto de Sociedades los ingresos representan el 7,2%, mientras que el Impuesto sobre el Valor Añadido supone el 5,9% del total. El efecto "sede fiscal" tiene bastante que ver en la diferencia entre el peso recaudatorio de la región y la importancia económica real de la economía andaluza.



En el cuadro anterior -cuadro 50.3- nos centramos en la recaudación del Impuesto de Sociedades en las distintas provincias andaluzas. En las primeras columnas se compara la situación de dicho impuesto entre 2007 y 2017 que es el último dato anual disponible, y como se puede ver el descenso ha sido considerable si lo comparamos con la punta de recaudación fiscal registrada en 2007.  Llama especialmente la atención el caso de Huelva, en cuyo caso el desnivel entre ambos años es prácticamente insignificante si se compara con el resto de provincias. Hay que tener presente que el Impuesto de Sociedades permite que las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores sean compensadas parcialmente con los beneficios obtenidos con posterioridad. Es por ello por lo que la recaudación de dicho impuesto muestra un considerable desfase temporal a la hora de recoger la mejora económica en las bases imponibles de las empresas. En cuanto a la coyuntura respecto al acumulado del año, se puede ver que las provincias que mejor se comportaron durante el pasado ejercicio han sido Málaga (+22,1%), Huelva (+20,7%) y Córdoba (17,1%), mientras que Cádiz (+3,5%), Sevilla (+4.7%) y especialmente Almería (-6,1%) presentan los peores resultados.


El Impuesto de Sociedades es un impuesto específico de aquellas empresas que tienen personalidad jurídica, y aun tendiendo en cuenta la particularidad comentada sobre la compensación de pérdidas pasadas con beneficios futuros, es el impuesto que mejor podría retratar la salud empresarial de la región. En el cuadro anterior -cuadro 50.5- se puede ver el comportamiento relativo regional, y sobre todo el destrozo fiscal para las empresas que supuso la crisis económica iniciada en 2008. Algunas comunidades han recuperado el nivel precrisis como se puede ver en Baleares y Canarias, pero en el resto el desnivel no se ha conseguido recuperar después de varios años de crecimiento económico. En el caso andaluz el peso de la recaudación pasó del 8,0% en 2007 a casi la mitad en 2013, para luego recuperarse hasta el 7,2%. El caso más llamativo es el de Cataluña que registró una recaudación del 20,7% del conjunto nacional en 2007 para pasar al 20,4% en 2013, y volver a descender al 16,3% en 2017. La Comunidad de Madrid presenta un comportamiento muy relacionado con el efecto "sede fiscal" antes comentado ( 2007 : 34,4% | 2013 : 43,0% | 2017 : 38,8% ).

En conclusión, la recaudación del impuesto de sociedades ha crecido a buen ritmo desde el comienzo de la recuperación económica. Pero esta coyuntura favorable también presenta un desequilibrio que se puede observar en el notable desnivel que existe entre el peso económico de la región andaluza en términos de contabilidad nacional (2017: 13,4%) y el peso de la recaudación en impuestos como el de sociedades (7,2%) o el IVA (5,9%). Como en tantas otras variables socioeconómicas y empresariales, Andalucía presenta diferencias marcadas por su estructura productiva y su modelo económico. El análisis más detallado de las bases imponibles y los tipos impositivos en ambos impuestos podrían aportar información adicional valiosa a la hora de conocer mejor la estructura impositiva empresarial, confirmando seguramente las debilidades de su sistema productivo que ya se intuyen por otros medios.